martes, 6 de noviembre de 2007

Felicidad, no tiene un motivo

"Hay quienes piensan en las alegorías de la pacificación. Hay quienes suponen que el embellecimiento de los corazones es propio de la poesía oriental. Hay quienes juegan a ser felices a costa de la solidaridad de todo un sector asalariado. Pues he de decirles: no hay nada peor que no sentirse vivo. No hay nada peor que catapultarse a la fama rompiendo cadenas ajenas. No hay nada peor que parafrasear a los grandes mentirosos universales. Tú haz de decir lo que os demás suponen es justicia y verás sufrir por tu incorrecto proceder"

John nos habla de las diferentes posturas ante la vida, desde el nacimiento hasta la muerte, siempre desde su óptica suburbana y melancólica.

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